Otoño es una hermosa estación, pero suele ser la estación de los temidos resfriados. La bajada de las temperaturas, mayor humedad en el ambiente y los cambios térmicos repentinos conforman el cóctel perfecto que favorece la transmisión de infecciones respiratorias y no solo para las personas, sino también para nuestros queridos peludos.
En los humanos, los resfriados aparecen después de que una persona esté contacto con otro humano infectado con un virus, afortunadamente un resfriado humano sólo puede afectar a los humanos y no se puede transmitir a los animales.
Sin embargo, que tu no puedas contagiar un resfriado a tu mascota, no significa que los estornudos de otro perro no puedan hacerlo. Hay muchos tipos de virus que los perros pueden contagiarse entre sí, sin ni siquiera entrar en contacto directo con un perro infectado, y es el caso de la “Tos de las Perreras”.
¿Qué es la Tos de la Perreras?
La Tos de las Perreras es una enfermedad respiratoria canina conocida también como rinotraqueitis o traqueobronquitis infecciosa que afecta a las vías respiratorias superiores. De origen vírico, bacteriano y muy contagiosa, ya que tu perro ni siquiera necesita entrar en contacto directo con un perro infectado, el virus puede vivir en objetos donde hayan restos de saliva de un perro infectado (cuencos de agua, colchonetas, juguetes…).
La Tos de las Perreras o traqueobronquitis infecciosa canina es más frecuente en los meses más fríos, pero puede producirse también en verano si se dan las mismas condiciones que afectan directamente a las vías respiratorias (baños al aire libre, abuso del aire acondicionado…).
¿Cómo se contagia la Tos de las Perreras?
La Tos de las Perreras se propaga por el aire o por contacto directo con un perro enfermo como ya lo hemos mencionado antes, a través de sus secreciones y a menudo se contrae cuando los perros pasan tiempo en un lugar reducido y cerrado con numerosos perros, en situación de hacinamiento, con estrés, frío y falta de higiene… Por ello es una enfermedad especialmente frecuente en perreras -de ahí su nombre-, y resulta mucho más difícil controlar su propagación.
La Tos de las Perreras también puede propagarse en lugares como criaderos o residencias y eventos como una exposición canina o una clase de adiestramiento, siempre si hay la presencia de un perro infectado.
Los cachorros y animales enfermos o ancianos suelen estar más expuestos a contraerla debido a que no tienen las defensas tan desarrolladas así como un sistema inmunitario debilitado.
Síntomas principales de la Tos de las Perreras
Los síntomas de la Tos de las Perreras son similares a los de la gripe humana, afecta la cavidad nasal, la laringe, la tráquea, las cuerdas vocales y los bronquios.
- Tos seca, ronca y fuerte (parecida al sonido que emite un ganso)
- Náuseas y arcadas (como si trataran de expulsar algo de la garganta)
- Secreciones en forma de pequeños vómitos blancos y espumosos
- Secreción ocular (ojos llorosos)
- Secreción nasal (exceso de mucosidad en la nariz y la garganta)
La Tos de las Perreras no es una enfermedad peligrosa para la salud del animal si se trata a tiempo. En ese caso, los síntomas podrían agravarse si el animal padece de otras enfermedades o de un sistema inmune deficiente, afectando el estado de ánimo de tu mascota, ocasionando fiebre, apatía, falta de apetito, debilidad e incluso una neumonía.
Estos síntomas de La Tos de las Perreras suelen aparecer en un plazo de tres a diez días (en función de los patógenos) después de la exposición del perro a un ambiente contaminado.
Y tenemos una mala noticia, aunque tu perro supere la tos de las perreras, puede volver a contraerla, porque los perros no desarrollan inmunidad a largo plazo.
¿Cuál es el tratamiento veterinario para la Tos de las Perreras?
Hay varias opciones de tratamiento según la severidad de los síntomas. Si la tos es muy fuerte y continua se pueden administrar antitusivos, en caso de no presentar fiebre se puede valorar sólo el uso de antiinflamatorios y el único caso en que se debe instaurar antibioterapia es cuando existe la presencia de fiebre o complicación bacteriana, preferiblemente posterior a la obtención de resultados de un antibiograma.
Se realizará seguimiento diario o interdiario para determinar la eficacia del tratamiento y evitar complicaciones de la enfermedad.
Para descargar el sistema inmunitario, también deberás subsanar las deficiencias en la tenencia, higiene y alimentación. Además, deberás cancelar los deportes caninos y eventos en los que puedan tener contacto con otros perros para evitar el contagio al menos durante 3 semanas.
¿Cómo se puede prevenir la Tos de las Perreras?
Un perro que viva dentro de casa en unas condiciones óptimas de higiene, buena alimentación y una temperatura adecuada que se relacione con otros perros que vivan en las mismas condiciones, tiene menos probabilidad de contraerla.
Sin embargo, la mejor forma de prevenir esta enfermedad, ó de una sintomatología grave, es protegiendo a nuestros peludos mediante la vacunación anual.
Vacuna para la “Tos de las Perreras”
La vacuna utilizada en nuestro centro es la Nobivac KC, los datos más relevantes sobre la misma son:
- Los perros deben tener al menos 3 semanas de edad
- Los perros no vacunados deben recibir una dosis al menos 3 semanas antes del período de riesgo anticipado
- Establecimiento de la inmunidad:
Para Bordetella bronchiseptica: 72 horas después de la vacunación
Para el virus de la parainfluenza canina: 3 semanas después de la vacunación. - Duración de la inmunidad: Un año
Como reacciones adversas más frecuentes es posible que en cachorros susceptibles muy jóvenes ocurran descargas oculares y nasales leves, acompañadas algunas veces de jadeos, estornudos y tos, pueden aparecer desde el día después de la vacunación. Los síntomas son generalmente temporales, pero en casos aislados pueden persistir hasta 4 semanas.
Si piensas que tu perro puede padecer de la Tos de las Perreras, te aconsejamos que lo lleves a un veterinario para que lo revise y asegurarte de que se recupere pronto y evitar el contagio a otros peludos.
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Licenciado en Veterinaria especialista en pequeños animales con experiencia demostrable en España y el exterior. Diplomatura de Postgrado en Clínica de Pequeños Animales (UAB). Desde que tengo uso de razón me han gustado los animales y afortunadamente a mis padres también, por lo cual siempre me dejaron tener todo tipo de mascotas, incluso una vez ¡tuve una pequeña serpiente silvestre!
